Consiste en rellenar las cámaras de aire existentes en tabiques, cubiertas y suelos con el aislante elegido, celulosa, lana de roca o mineral o bolitas neopor.
En primer lugar se visitará la vivienda para analizar las cámaras de aire existentes a través de un taladro, de este modo, podremos ver la cantidad y densidad de material que será necesario aplicar.
A continuación calcularemos la mejora que se obtendrá al aislar la vivienda y entregaremos un presupuesto personalizado para cada vivienda sin ningún compromiso.
Por último, una vez aceptado el presupuesto, realizaremos el aislamiento de su vivienda ocasionándole las menores molestias posibles.
Este método consiste en aplicar la aislamiento en húmedo, lo que lo convierte en un sistema apropiado para realizar un trasdosado en cualquier habitáculo de la vivienda.
De este modo al cubrir todos los espacios con aislante no dejaremos puentes térmicos.
Se utiliza principalmente para el aislamiento en falsos techos o cubiertas. El aislante es extendido por toda la cubierta de forma mecánica, creando un aislamiento continuo sin recortes.